Gabinete de maravillas
A estas alturas, esperamos que hayas tenido la oportunidad de cuestionar los géneros que usamos para organizar las entradas en nuestro directorio. Esperamos que también hayas notado que hemos tenido cuidado de escuchar cómo los creadores describen o definen sus proyectos; los resultados hablan de una biblioteca digital de Babilonia. Algo nos queda claro: la cuestión del género permanece abierta. Incluso luego que el polvo se posa sobre algunas tendencias, fácilmente podríamos trazar líneas que desdibujarían un mapa en biblioteca o un blog en bibliografía. Las máquinas permanecen agnósticas mientras organizan y reorganizan bits y bytes en cubetas de nuestra propia imaginación.
No es de extrañar entonces que terminemos con constructos que desafían la clasificación fácil. Un instituto de humanidades digitales como Create Caribbean, por ejemplo, es sin lugar a dudas una parte de todo lo que podríamos llamar “humanidades digitales del Caribe”. Y, sin embargo, no es en sí un artefacto. ¿Qué pasa con una propuesta de subvención? ¿O un evento? A continuación encontrará estas incidencias, junto con intentos conscientes muy admirados de cambiar el género y de hacer estallar el género. Al unísono, cantan sobre futuros que podemos vislumbrar en nuestro propio gabinete de maravillas proféticas, nuestro propio panteón de misterios.
En ningún orden particular…
